Historia de la Biblia

CURSO 6. HISTORIA DE LA BIBLIA

INTRODUCCIÓN

Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro
permanece para siempre.
Isaías 40.8

Hay eternidad en la Palabra que proviene de Dios.

Y, cuando decimos: “Palabra que proviene de Dios” nos estamos refiriendo a toda palabra hablada o escrita que Dios nos haya hecho llegar.

Esta afirmación tiene sentido cuando.

Si Dios es eterno (1 Timoteo 1.17) todas sus manifestaciones deben serlo también, pero, añadido eso, estas manifestaciones también deben ser perfectas como el Dios que las ha originado es perfecto (Mateo 5.48) por lo que, cualquier Palabra de Dios trasciende al tiempo y no requiere ni necesitará jamás ningún tipo de añadidura o corrección.

Así que, es lógico afirmar que, la Palabra del Dios eterno permanece para siempre y, podemos asegurar que, absolutamente nada que, el mundo produzca podrá tener el mismo nivel de autoridad de la Palabra de Dios. No hay sueño, idea, pensamientos, intención, libro, enciclopedia o compendio de cualquier clase de sabiduría filosófica o religiosa que podamos ni debemos poner a la altura de la Palabra de Dios.

Ahora, vamos a centrarnos más en la Palabra de Dios escrita la cual, como veremos más adelante si bien tiene un origen divino tuvo que pasar por una proceso de transmisión humano ya que, la Biblia irrumpió en la historia humana y Dios usó medios humanos para que llegara hasta nosotros en un proceso que, por un lado debió ser sobrenatural y por otro un proceso sujeto a mucho ataque de parte del maligno que siempre intentará que la verdad de Dios no resplandezca en la mente de los hombres (2 Corintios 4.4).

Es por ello por lo que, todo estudiante que quiera estar en los asuntos de su Padre (Lucas 2.4) debe estudiar no solo la Biblia y la forma de interpretarla (Hermenéutica) sino también la forma en como está se fue estructurando hasta llegar a nuestras manos.

¿Por qué esto es importante?

·       Porque nos permite reconocer la acción preservadora de Dios

·       Empodera nuestra confianza en la Biblia como guía única de dirección

·       Hace crecer nuestra confianza en Dios

·       Nos hace entender mejor el contenido de la Biblia

·       Nos capacita para reconocer fuentes confiables de información cristiana

·       Nos ayuda a detectar y evitar el error doctrinal

Que sea pues este curso, un camino de información, aprendizaje pero, sobre todo, de transformación ya que nos acercaremos a la Palabra que proviene del Dios eterno y no hay nadie que se acerque e Él sinceramente que puede seguir siendo la misma persona.

Con aprecio en Cristo.

 


TEMA 1.
UN LIBRO INSPIRADO

La palabra “Biblia” que hace referencia al libro fundamento de la doctrina y conducta del mundo cristiano significa literalmente “libros” lo que es un apelativo correcto ya que esta es un conjunto de 66 libros divididos en dos secciones, Antiguo y Nuevo Testamento. El entender cómo se llegó a estar composición es el propósito de este curso pero, antes de adentrarnos en un mar de datos geográficos, culturales pero sobre todo históricos necesitamos primero, entender la naturaleza de la Biblia, o sea, como se produjo.

 

LA DIVINA PALABRA

El estudiar todo lo que implica el origen de la Biblia forma más parte de lo que podemos considerar como teología por lo que, aquí solo daremos conceptos muy generales pero, invito al lector a poder estudiar esto más a profundidad en mi manual: “Teología Sistemática 1” que es de libre circulación.

En dos citas de la Biblia (2 Timoteo 3.16; 2 Pedro 1.21) las Escrituras afirman ser más que un artículo literario, afirman proceder de Dios o sea “inspiradas” y, si esto es demostrable, entonces estamos en presencia no del más grande de los libros sino del “Libro”. Estamos hablando de la cúspide de lo que puede ser concebido, de la expresión perfecta de sabiduría lo que tiene sentido si procede de Dios lo cual podría comprobarse al menos por los siguientes aspectos:

·       El reconocimiento interno de su autoría divina

·       Su estructura sobrenatural

·       Lo sobrenatural de su contenido

·       Su sobrenatural proceso de transmisión

·       La inexistencia de contradicción alguna en su contenido

El primero punto lo trataremos en el siguiente tema y los tres puntos siguientes serán analizados en los siguientes temas de este manual mientras que el último es materia de la llamada apologética.

Debe quedarnos claro que, solo la Biblia puede ofrecer estas cuatro pruebas contundentes de que es la divina palabra de Dios.

 

DIVINA INSPIRACIÓN

En el resto de nuestro tema veremos superficialmente de donde procede la “Biblia” para que, en palabras simples veamos lo que la Biblia dice de su propio origen. Esto, podría ser un argumento circular si no fuera por las siguientes pruebas que, corroboraran lo que veremos a continuación.

Primero, debemos entender que la Biblia es una revelación de Dios. La Palabra “revelación” en el contexto teológico literalmente significa “correr una cortina” para ver lo que está detrás. Dios es un ser que, desea revelarse puesto que, esta es la única manera de que Él pueda tener una íntima comunión con su criatura especial, el hombre (Éxodo 29.45). Existen dos tipos de revelaciones, la revelación general y la revelación particular. En la primera Dios se revela a todos los hombres sin importar su condición. En la segunda, Dios se revela a una persona o grupo de personas específicas para, por medio de ellas, darse a conocer al resto del género humano. Un ejemplo de la primera clase de revelación es la creación material mientras que, un ejemplo de la segunda clase de revelación es, por supuesto, la Biblia.

Así que, al momento podemos decir que, la Biblia es la revelación escrita por Dios para darse a conocer al hombre por medio de un proceso de “inspiración” pero ¿Qué significa “inspiración”?

Literalmente, en las dos citas bíblicas del inicio del tema, la palabra “inspiración” significa: “llenar” o “respirar adentro”. Así que, la Biblia se originó “dentro” de Dios, en la infinitud de su persona Dios dio una estructura comprensible de ideas a su voluntad y por medio de una “super dirección” dio a conocer su voluntad a una serie de autores humanos los cuales la pusieron por escrito pero, está super dirección no fue un dictado o sea, Dios respetó el contexto cultural e histórico de cada escritor y respeto el estilo literario de cada uno.

Lo último lo podemos comprobar al analizar a fondo el contenido de la Biblia que leemos cotidianamente y lo anterior, debe deducirse lógicamente al entender que la Biblia fue escrita en un periodo de más de 1600 años donde personas que vivieron en distintos lugares con distinta identidad en distintas latitudes y que escribieron sin producir contradicción alguna.

Pensemos en un sencillo ejercicio. Vamos a pedir a 100 personas que, escriban un pequeño ensayo de 100 palabras sobre el tema de la fe. Ahora, vamos a pedir a otra persona que tome los 100 ensayos y escriba otro ensayo que contenga las ideas de los 100 ensayos producidos sin contradecir la idea de ninguno. Esto, se ha intentado hacer usando las mayores herramientas de tecnología que han existido y ha sido imposible. De hecho, será imposible.

Si la Biblia es entonces:

La revelación escrita de Dios que llegó al hombre pode medio de un proceso de inspiración 

Quiere decir que, cada vez que abrimos la Biblia, la voz de la eternidad se manifiesta ante nuestros ojos. Al leerla, estamos contemplando la mayor sabiduría que podrá ser creada. Estamos recibiendo la mayor profundidad de ideas que puedan existir.

Mostremos pues, ante el Libro, siempre que podamos, el respeto que este merece.

TEMA 2.
AUTORIDAD INTERNA

Cómo vimos en el tema anterior, existen cinco formas de probar que, la Biblia sea un libro de origen divino siendo la primera de ellas la que estudiaremos en este tema, la autoridad interna en resumen, lo que la Biblia dice sobre sí misa y, para demostrar que, esto no es un argumento circular, se cuenta con las siguientes tres formas que, se verán en los siguientes temas de este este curso.

La última forma que, demuestra la sobrenaturalidad de la Biblia es estudiada por el área conocida como apologética por lo que, invitamos al lector que quiera completar el estudio de estas argumentaciones a buscar cualquier material que le ayude al respecto.

 

LA NATURALEZA DE LA PALABRA DE DIOS

Iniciemos entendiendo que la naturaleza de Dios es eterna (1 Timoteo 1.17) en concordancia con esto, podemos decir que, cualquiera de sus manifestaciones debe ser eternas o sea deben permanecer siempre existiendo, siempre teniendo vigencia.

Así que, cualquier revelación que proceda de Dios debe manifestar ese grado de eternidad y eso es lo que la Biblia dice en Isaías 40.8 donde se afirma que, las declaraciones de Dios no dejan de existir, tienen una permanencia absoluta. Si creemos que, la Biblia es revelación de Dios entonces le reconocemos autoridad eterna, algo que se irá aclarando en los siguientes temas.

En concordancia con lo anterior es normal que la Biblia diga que: las promesas de Dios (Génesis 13.15), el dominio de Dios (Éxodo 15.18), la protección de Dios (Salmos 12.7), el consejo de Dios (Salmos 33.11) y muchas cosas más relacionadas con Él, permanecen “para siempre” porque son manifestaciones de un Dios eterno así que, cualquier Palabra que Dios haya manifestado, tiene vigencia eterna.

Ahora, vamos a ver si, esas Palabras de Dios con vigencia eterna son las que están registradas en la Biblia.

 

LA AUTORIDAD RECONOCIDA POR EL AUTOR

Iniciemos el reconocimiento de la autoridad de la Biblia en boca del propio Jesús. Este dijo que él no había venido a “abolir la ley” (Mateo 5.17 NTV) porque esta permanecerá mientras los cielos y la tierra permanezcan (Mateo 5.18) así que, Jesús validó “La ley”. ¿A qué se refería con “ley”? A todos los mandamientos de Dios expresados que se encuentran en los libros de Éxodo a Deuteronomio que se ha calculado que son, un mínimo de 613 así que, estos mandamos de Dios, tienen origen y por lo tanto autoridad divina.

En su tentación en el desierto, Cristo citó en el contexto correcto, citas del Antiguo Testamento, para confrontar al diablo que, cito también citas del Antiguo Testamento pero en un contexto incorrecto así que, el Señor y el enemigo, con esto, hicieron un reconocimiento tácito de la autoridad de las Palabras de Dios que, a ese momentos estaban registradas por escrito. Además de lo anterior, Cristo se refirió a las “Escrituras” (el Antiguo Testamento) como un revelación con autoridad divina (Mateo 21.42; 22.29; 26.54; Marcos 12.24) y en otras citas como Juan 5.39 o Lucas 24.45 Cristo señala que, el propósito del Antiguo Testamento que era considerado revelación divina en su tiempo fue hablar de él.

Ahora, vamos hacia el Nuevo Testamento.

El apóstol Pablo en 2 Timoteo 3.16 habla de la “Escritura” como algo inspirado por Dios por lo que, este, reitera la autoridad divina del Antiguo Testamento y de las escrituras que, derivadas de este pero enseñadas en el sentido correcto eran usadas como guía entre la naciente iglesia cristiana. El apóstol Pedro por su parte pone al nivel de las Escrituras consideradas de origen divino, la revelación que Dios daba por medio del ejercicio profético a ellos lo que ratifica diciendo, que ellos, al igual que los autores humanos de la Escritura considerada “revelada por Dios” hablaron dirigidos por el Espíritu Santo.

El mismo apóstol Pedro pone a las enseñanzas del apóstol Pablo al nivel de las “Escrituras” (2 Pedro 3.16) y Pablo, no tuvo reparo en reconocer que, las cosas que enseñaba las recibía del propio Señor Jesucristo (1 Corintios 11.23; 15.3).

Podemos entonces concluir que, en cuanto a la autoridad divina que la Biblia presenta sobre sí misma, se considera inspirada la totalidad del Antiguo Testamento y lo que se escribía derivado de las enseñanzas de los apóstoles lo cuales, argumentaron recibirlas del propio Jesucristo.

No perdamos de vista que, cuando el apóstol Pedro está escribiendo su carta, aún faltaba por escribirse por lo menos la significativa parte del libro de Apocalipsis. Después de esto, vendría el proceso de exigencia que se seguiría para ratificar la autoridad divina de lo que hoy conocemos con el nombre de la Biblia. Este proceso es conocido como “canon” y será objeto de estudio en el siguiente tema.

Pero, antes de concluir, es importante entender que, a la hora de hablar de la historia de la Biblia tenemos que entender que, en los tiempos en los que los procesos de escritura no estaban bien definidos primero, la transmisión del texto bíblico se hizo por medios orales.

Posterior a ellos, cuando ya se pudo registrar por escrito el contenido de la Biblia se usaron pergaminos. Esta palabra hace referencia a Escritura registrada con alguna clase de tinta sobre pieles de animales. También se deben considerar los papiros que se refiere a un material extraído a partir de una planta acuática sobre el cual se escribía con alguna clase de tinta. Posterior a ello, con la aparición de la imprenta podemos hablar de materiales “impresos” que se refieren a cualquier escrito hecho sobre cualquier clase de material que puede ser considerado como papel. Mención aparte merece la palabra “manuscrito” que se refiere al registro “a mano” de algo sin importar el material donde registre.

Tomemos en cuenta estos conceptos que nos serán muy útiles en los temas posteriores.

TEMA 3.
CANÓN BÍBLICO

Imaginemos que, nos encontramos alrededor del año 100 d.C.

Hace apenas un par de años se terminó de escribir el libro de Apocalipsis y, junto con copias de las cartas de los apóstoles Pedro y Pablo que ya han muerto y los escritos de otros maestros y pastores de la iglesia todo esto, se ha convertido en la base de las enseñanzas de todo grupo de personas que se reúnen en el nombre de Jesucristo esparcidas por miles en el continente europeo y por el área geográfica conocida como “Asia menor”.

Como podemos imaginar, el interés de la supremacía de la enseñanza de la iglesia comenzó a volverse un problema. Personas y grupos querían volverse la “voz autorizada” para todo la iglesia por motivos que eran bastante cuestionables pero, ninguno tenía que ver con la simple intención de hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28.19-20) sino más bien con el hecho de ejercer dominio y control sobre la gente con los beneficios que esto implicaba,

Por lo anterior, comenzó a convertirse en una necesidad apremiante el poder de alguna manera definir cuales de las enseñanzas debían ser consideras como las “correctas” para ser usadas por cualquier iglesia que se identificara como cristiana,

El proceso para poder “determinar cuales manuscritos eran los únicos inspirados por parte de Dios” es lo que se conoce como “Cánon”. La palabra procede de la palabra “caña” haciendo referencia a que, estas eran usada para tomar alguna medida así que, es una referencia para determinar cuáles manuscritos daban la “medida” para ser considerados inspirados por Dios tal y como lo vimos en el tema anterior.

 

HISTORIA DEL CANON BÍBLICO

Como hemos visto anteriormente, hacia los tiempos de Cristo se consideraban “divinamente inspirados” 24 libros que son equivalentes a los 39 libros del moderno Nuevo Testamento. La diferencia radica en que, libros que hoy están separados, en la antigüedad estaban unidos como, por ejemplo el primer libro de Samuel y el segundo libro de Samuel.

Al ser destruida la ciudad de Jerusalén en el año 70 d.C. por el imperio romano, se empezó con una corriente de pensamiento de querer preservar los escritos considerados sagrados por lo que en el año 90 d.C. se llevó a cabo el llamado concilio de Jamnia en el cual se decidió cuales serían los libros que integrarían el canon del Antiguo Testamento bajo los siguientes criterios: los libros debían estar alineados con las enseñanzas de la ley de Moisés, debieron ser escritos en Palestina en idioma hebreo y nunca después del tiempo de Esdras.

Este proceso dejó de lado 14 libros a los cuales se le ha llegado a conocer como “apócrifos” que significa “escondido” por considerar que estos libros contienen buenas referencias históricas y culturales pero no se sujetan a las reglas impuestas para la formación del cánon del Antiguo Testamento. Estos libros posteriormente fueron incorporados por estudiosos que pertenecían al cristianismo corrupto que había derivado en la religión conocida como católica, apostólica y romana que, los incorporaron al ser libros que, de alguna manera respaldan prácticas que este religión realiza y esto, ayudo a darle a estas prácticas alguna clase de legitimidad que no poseían.

Vale la pena mencionar que las traducciones de Biblia conocidas como la Septuaginta y la Vulgata contenían estos libros lo que les da el valor histórico que merecen pero, no son considerados por el mundo evangélico como libros con inspiración divina.

Para el nuevo testamento, se vivió un proceso semejante. Alrededor del año 140 d.C. aquellos libros que se enseñaban como procedentes de autoría divina comenzaron a ser atacados por distintas corrientes de pensamiento por lo que se vió la necesidad de definir cuales de estos cumplían con la condición de ser considerados libros inspirados por Dios.

El primer intento de Cánon para el Nuevo Testamento apareció en el año 170 d.C. donde se pusieron en una lista los 27 libros actuales que conocemos para esta parte de la Biblia menos Hebreos, Santiago y 3 de Juan. Más adelante en el tiempo nos encontramos con el concilio llevado a cabo en la ciudad de Laodicea en el año 363 d.C. donde se declaró que: podían ser leídos en las iglesias el cánon del Antiguo Testamento, los libros apócrifos (no con ello considerándolos inspirados) y los 27 libros que conforman el moderno Nuevo Testamento.

La primera mención que se tiene registrada de la lista de la lista de solo los 27 libros que, conocemos apareció en una carta escrita por Atanasio en el año 367 d.C. Posteriormente los concilios de Hipona (393 d.C.) y de Cártago (397 d.C.) reconocieron esta lista como la única autorizada para leerse en las iglesia dejando fuera de manera definitiva a los libros “apócrifos”.

Para que un libro fuera parte del cánon del Nuevo Testamento debió cumplir las siguientes reglas:

1.     Haber sido escrito por un apóstol o por una persona que estuviera directamente vinculada con un apóstol.

2.     El libro debía tener aceptación de la iglesia cristiana existente, aceptación que tuvo que ser comprobada.

3.     La enseñanza del libro debía tener concordancia con el cánon del Antiguo Testamento y con la enseñanzas de los diferentes maestros de la Palabra de Dios a través de los siglos anteriores.

4.     El libro debía reflejar altos valores morales y espirituales que permitieran ver que, estos iban en concordancia con la persona revelada de Dios en las otras escrituras consideradas inspiradas.

Más allá de las apreciaciones históricas, como creyentes en la Biblia como Palabra inspirada por Dios creamos en la intervención del Espíritu Santo en el proceso que pudo dar forma a un libro que de otra manera no puedo hacer sido compilado como lo conocemos hoy en día.

TEMA 4.
HISTORIA DEL ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO

En el tema anterior, dimos cuenta de la forma en que los libros que conforman el Antiguo y el Nuevo Testamento fueron “oficialmente” integrados a la lista que los reconoció con autoridad e inspiración divina y este proceso, históricamente comprobado, ratifica ambas cosas en los libros que contenemos hoy en nuestras modernas Biblias. Así que, a través de este proceso de conjunción que, puso a trabajar a los estudiosos más preparados de su tiempo muchos de los cuales pertenecían a corrientes de pensamiento diametralmente opuestas vemos la mano del Espíritu de Dios dirigiendo la estructura sobrenatural que compone a la Biblia en una sola unidad coherente de información sin contradicciones.

 

ESTRUCTURA SOBRENATURAL

Este es un espacio apropiado para razonar las Palabras que son compartidas en la contraportada del libro: “La Biblia: Cómo se convirtió en Libro” de Terry Hall publicado por Ediciones las Américas.

Para la publicación de la Biblia no “hubo editor ni casa publicadora que asesorara a cerca de 50 autores independientes de 20 oficios distintos que vivieron en diez países diferentes y que escribieron durante un lapso de 1,600 años en tres idiomas. El reparto incluye 2,930 personajes y una vez terminada su compilación, contiene 1,189 capítulo, 31,173 versículos, cientos de miles palabras y más de 3 millones de letras.”

La estructura de la Biblia es sobrenatural y prueba de su origen divino en lo que resta del tema veremos de que forma se construyeron los dos testamentos que conforman la Biblia.

 

HISTORIA DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Sin que exista una confirmación completa de la historia se cree que Esdras (personaje importante de la Biblia) llego a reunir a un grupo de 120 sabios que llegaron a ser conocidos como “La sinagoga mayor”. Son ellos los que determinan que, lo que hoy es el Antiguo Testamento esté compuesto por 22 libros. Es este “cánon” había varios de estos que, en el antiguo Testamento moderno están separados pero que, la sinagoga mayor conservó juntos. Por ejemplo: 1 y 2 de Samuel eran un solo libro. Lo mismo pasó con 1 y 2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Jueces con Rut, Jeremías con Lamentaciones, Esdras con Nehemías y en un solo libro se agrupaban los doce libros que, conocemos hoy como los “profetas menores”.

Ahora bien, esta estructura del canon del Antiguo Testamento se ha encontrado ya en los manuscritos más viejos del mismo que, hasta mediado del siglo XX databan de alrededor del año 900 d.C.

Por eso resalta la importancia de la llamada Septuaginta. Esta, fue una traducción del cánon del Antiguo Testamento datada en el años 250 a.C. y traducida directamente al griego que se cree se realizó con la intención de, hacer que, el texto del Antiguo Testamento llegara a las personas que, empezaban a dejar de usar el hebreo como su idioma de mayor comunicación por lo que, nos permite comprobar que, el cánon del Antiguo Testamento estaba vigente ya, desde 200 año antes del nacimiento de Cristo. En cuestión de la composición de la Biblia, consideremos a la Septuaginta como uno de los dos tesoros arqueológicos que Dios preservó para que podamos tener garantía en la preservación de la estructura sobrenatural de las Escrituras.

Se sabe que, la Septuaginta fue realizada en la ciudad de Alejandría en Egipto. La tradición afirma que, fueron 72 autores (6 de cada una de las tribus de Israel) quiénes la tradujeron. De ahí su nombre (Septuaginta – Setenta en griego).

Para que valoremos la compleja labor de traducción en la antigüedad consideremos que, los libros del Antiguo Testamento fueron escritos en un hebreo antiguo, con marcadas diferencia del hebreo que se habla en la actualidad. Con este hebreo, los libros se escribían de derecha a izquierda y, al leerse se hacía desde el final hacia el principio. Los libros eran una sucesión de letras donde no se usaba ninguna clase de espacios para separar secciones o temas además de que, solo se usaban consonantes. En este hebreo, no existían las vocales y, por si esto fuera poco, además no existían las palabras con género neutro así que, se tenía que determinar con mucho cuidado cuando “algo” era femenino o masculino.

Es importante entender que, desde que Moisés escribió lo que hoy llamamos libro de “Génesis” hasta la invención de la imprenta todas las copias de los libros de la Biblia tenían que ser hecho a mano así que, cada proceso de traducción implicaba una inversión de tiempo excepcional por lo que había personas que, se dedicaban exclusivamente a realizar esta labor.

En este trabajo, debemos admirar la labor de los escribas y de los masoretas (a quiénes dedicaremos un tema en especial).

Después del cautiverio del reino de Judá en Babilonia quedó bien establecido el grupo de los escribas cuyo nombre proviene de la palabra soferim que traduce “contadores” ya que, después de escribir las letras en cada parte del manuscrito tenían que contar las letras en columnas y renglones del nuevo manuscrito y comparar esas cantidades con las del manuscrito en renovación para asegurarse que, habían hecho el trabajo de transmisión adecuado y, si alguna cuenta salía mal, el manuscrito tenía que ser desechado.

Fueron los escribas los que empezaron a asociar cuatro consonantes con el sonido de vocales, o sea, cuatro letras eran utilizadas como consonantes y como vocales, pero el sonido entre estas era diferente. Es hasta alrededor del año 500 d.C. que ya aparecen vocales con su propia escritura y sonido pero, para esta fecha, muchas de las palabras del hebreo antiguo ya habían perdido su significado.

 

No olvidemos que, en los tiempos de Jesús, el idioma que se hablaba corrientemente era el arameo. El hebreo solo se usaba en las sinagogas y en los cultos religiosos. Además, se sabe, que, en estos mismos tiempos existían hasta 7 variantes de galileo siendo una de ellas, el arameo galileo. Es por eso, al apóstol Pedro que era galileo, una mujer de Jerusalén le dijo que su hablar le delataba como seguidor de Jesús porque ellos hablaban arameo galileo, que, era entendido por todos los que hablaban el idioma pero, se reconocían las palabras diferentes y los sonidos de cada variante (Mateo 26.73).

 

 

HISTORIA DEL NUEVO TESTAMENTO

 

Es en esta época donde el medio de escritura era el pergamino que usualmente era de piel de ovejas secada y pulida que se iba uniendo hasta formar tiras largas que se enrollaban en dos trozos cilíndricos de manera al extremo. A este arreglo se le llamaba “rollo”. El tamaño de un rollo promedio era de 6 a 10.5 metros pero, se han llegado a encontrar rollos de hasta 43.5 metros.

 

Se cree que, Pablo escribe su carta a los Gálatas alrededor del momento en que se llevo a cabo el primer concilio en Jerusalén registrado en el libro de Hechos (Hechos 15) y fue el primer libro escrito del Nuevo Testamento lo que se cree sucedió alrededor del año 48 d.C. usando para ello idioma griego. Siendo este un idioma más desarrollado que, el hebreo antiguo, la transmisión del mensaje del Nuevo Testamento fue mucho más fácil.

 

Los libros del Nuevo Testamento en su gran mayoría fueron cartas (epístola en griego) que, fueron dirigidas a personas (epístolas personales) o a iglesias en general (epístolas pastorales) además de que existen cartas que, se escribieron a cualquier miembro de cualquier iglesia que, confesara a Cristo como Señor y Salvador (epístolas generales). En este periodo de tiempo, si bien se siguió usando el pergamino, lo más común fue la utilización del papiro. Es para el año 96 d.C. que, el apóstol Juan escribe el libro de Apocalipsis con lo que el cánon de la Biblia quedó cerrado de manera definitiva.

 

Se cree que, la mayoría del Nuevo Testamento, a excepción de los cuatro evangelios y hechos fueron escritos en papiro un material de mayor sobrevivencia que el pergamino por lo que, es común que, se carezca de manuscritos en papiro de referencia de mucha antigüedad de este testamento algo de lo que hablaremos en otro vídeo.

 

Se reconocen a la fecha alrededor de 80 papiros del Nuevo Testamento que existen siendo los más antiguos los que pueden ser datados en el siglo III de nuestra era.

 

Por lo anterior, se reconoce a los 66 libros de la Biblia como “revelación canónica” concepto que, a este momento, ya debe entenderse.

 

Que quede claro que, un verdadero creyente en la Biblia como la palabra inspirada de Dios que reconoce en este libro una estructura sobrenatural no puede ni debe creer en la existencia de ninguna otra clase de revelación que pueda llegar a ser considerada “canónica”. Quién esto afirme, esta en la declaración abierta de una herejía.

 

TEMA 5.
LOS MASORETAS


EN QUE PUNTO ESTAMOS

Ya hemos entendido como se desarrolló el cánon y la historia que, más adelante veremos cómo se convirtió en la Biblia que hoy usamos en el mundo actual, pero, en este punto es necesario aprender un poco sobre los Process de transmisión de la Biblia que se usaron para preservar los libros inspirados de la misma.

Antes de la llegada de la imprenta, los materiales usados para tal fin representaban serias dificultadas para su preservación por la fragilidad de estos los cuales sabemos eran principalmente pergaminos, papiros o manuscritos en algunos otros materiales como piedras de arcilla.

Por lo anterior, el trabajo que realizaron los copistas de estos materiales merece un lugar y reconocimiento especial en la historia ya que sin su intervención simplemente, la Biblia no existiría.

En este estudio, analizaremos la aportación de quién sin lugar a duda fue la familia de copistas más importantes de la historia conocida como la familia Ben Aser.

 

MASORETAS

Los masoretas (de masora – tradición) fueron los copistas de los manuscritos de la Biblia que trabajaron entre los años 400 a 900 d.C. La familia Ben Aser ya mencionada es la familia de masoretas que entre los siglos IX y X de nuestra era, desarrollan la mejor forma de poder utilizar vocales para los textos en hebreo lo cual se adoptó desde entonces y persiste hasta nuestros días.

Hoy, a cualquiera de los manuscritos producidos por la familia Ben Aser se les llama de manera general el “Texto Recibido” (Textus Recepticus) pero, existen por supuestos varias copias de este. Las más importantes por su grado de preservación es el llamado Códice C o códice Cairo de los profetas fechado en el año 950 d.C. pero también existen el Códice Leningrado B3 fechado en el año 916 d.C. el Códice Alepo de Ben Asen (940 d.C.) y el códice Leningrado B19A (1008 d.C.). La comparación de los diferentes Textos Recibidos con la Septuaginta sugiere que, para el pentateuco (los primeros cinco libros de la Biblia) ambos copiastas usaron las mismas fuentes lo que no parece sucedió con el resto de los libros del Antiguo Testamento.

Ahora, recordemos que, la familia Ben Aser no fue la única familia de masoretas que hicieron copias de las sagradas escrituras por lo que, cuando alguien dice “Texto Masorético” deja una laguna muy grandes abierta de información a no saber específicamente a cuál de los manuscritos se refiere aunque en la actualidad, se ha llegado a una especie de regla de que, cuando se usa la frase “Texto masorético” se hace referencia al códice Leningrado B3.

 

EL TRABAJO MASORÉTICO

Para ver la manera sobrenatural que, se uso para transmitir los textos sagrados que conforman la Biblia vamos a conocer una lista de las reglas que seguían los copistas de los manuscritos de la Biblia la mayoría de los cuales aún siguieron observándose en el trabajo de los masoretas.

Para poder hacer una nueva copia de un manuscrito:

·       Los rollos tenían que ser elaborados con pieles de animales “limpios”

·       Los rollos tenían que haber sido fabricados de manera especial para ser usados dentro de una sinagoga y no permitía que, un rollo fuera preparado por una persona no judía

·       Cada pergamino debía ser cosido con hilo sacado de la piel de animales limpios

·       Las columnas de escrituras del rollo siempre debían tener el mismo ancho a todo lo largo del rollo

·       Las columnas no podían tener menos de 48 renglones ni mas de 60 y cada renglón debía tener 30 letras de ancho fijo

·       Cada columna debía iniciar con un renglón completo y la última línea de un libro no podía tener más de cuatro palabras. Si alguna de estas dos cosas sucedía, el rollo quedaba invalidado.

·       La tinta que se usaba tenía que ser negra preparada con una receta especial

·       Se debía tener la certeza de que el manuscrito que se copiaba había sido producido por alguien reconocido como “copista”.

·       Cada letra o símbolo no podía copiarse de memoria. El escriba estaba obligado a leer cada letra para después copiarla al nuevo manuscrito.

·       El espacio entre cada letra debía calcularse usando el grueso de un cabello o un hilo como referencia.

·       El quinto libro de Moisés debía terminarse con un renglón completo sin dejar ningún espacio. Eso, no sucedía con los demás libros de la Escritura.

·       Durante su trabajo los escribas tenían que estar vestidos de manera formal. Cuando el nombre sagrado de Dios (Yo Soy) iba a ser escrito, no se podía hacer con una pluma recién mojada en tinta.

·       Si al estar escribiendo el nombre sagrado de Dios el escriba era llamado por alguien con autoridad estaba obligado a no responder hasta que terminara de escribir dicho nombre,

Muchas de estas condiciones tan exageradas que, fueron observadas en su mayoría hasta la aparición de la imprenta sobrevivieron con lo que podemos afirmar con toda certeza la confianza de que, tenemos un libro que es copia fiel de aquellos libros que la originaron.

 

LOS SAMARITANOS

Como parte importante la de historia de la transmisión de la Biblia tenemos que hablar de los samaritanos.

Cuando el llamado “reino del norte” cayó bajo el dominio Asirio, el rey de este país, envíó a gente de nacionalidad asiria a que repoblara este reino lo que al paso del tiempo termino provocando un mestizaje con los anteriores habitantes del reino de norte.

Este mestizaje fue ampliamente rechazado por los pobladores del reino del sur (Judá) que siempre manifestaron un rechazo a cualquier clase de interacción social y religiosa con los “samaritanos” a quién consideraba personas “impuras”. Uno de los episodios que más claramente muestra esto en los tiempos de Jesús fue el encuentro de este con la llamada mujer samaritana en Juan 4.

Como consecuencia de lo anterior, los samaritanos comenzaron a hacer sus propias copias de las escrituras que hy conforman el Antiguo Testamento siendo muy conocido en el mundo de la historia de la Biblia el pentateuco samaritano que, si bien no excede en antigüedad a todo lo que ya hemos mencionado, ratifica que, el contenido del Antiguo Testamento es exactamente el mismo en todas las versiones antiguas existentes con la obvia presencia de algunos errores de traducción y transmisión que, comentaremos en un estudio posterior.

 

LOS DOCUMENTOS ARAMEOS

Además del caso de los samaritanos, debemos tomar en cuenta que, en tiempos de Jesús, el lenguaje común era el arameo del cual existían siete variantes. La variante que, Jesús y sus discípulos hablaban era el arameo galileo. En consecuencia, se hacían traducciones del Antiguo Testamento del hebreo a este idioma lo que dio origen a traducciones de esta Escritura al idioma arameo de donde, se han traducido ya Biblia completas (incluido el Nuevo Testamento). A las Biblia que, es traducida directamente de manuscritos en arameo se les conoce de manera general como Biblia Peshita pero, es traducida de una arameo general, existiendo solo una sola Biblia que ha sido directamente traducida la español de manuscritos en arameo galileo. Esta traducción es conocida como: La Escritura Santa.

En este mismo caso se encuentra la llama Biblia en Copto o que algunos llaman Biblia Cóptica.

En este caso hablamos de, traducciones de la Biblia directamente al idioma egipcio pero, no existe en el caso de estas dos traducciones de Biblia la seguridad de que los manuscritos en los que se basaron fueron diferentes o más antiguos de los que ya hemos mencionado.

 

LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO

Mención aparte merecen los llamados “Rollos del Mar Muerto” que, son considerados el descubrimiento arqueológico más grande del siglo XX.

Desde el siglo IV d.C, existían noticias de manuscritos antiguos que aparecían dentro de vasija cuyo origen era desconocido. Es hasta 1947 cuando dos pastores encuentran en un cueva en la región de Qunrám 7 rollos contenidos en vasijas que los venden con lo que todo desemboca en el descubrimiento hasta el año 2017 de doce cavernas en la cuales se ha encontrado un número incuantificable de rollos que, se cree, requerirán al menos 300 años para poder ser analizados por completo.

Hoy, sabemos, que, en estas cavernas vivió una secta del judaísmo (al igual que fariseos o saduceos) que eligieron una vida de ermitaños en el desierto donde cultivaban su propia comida y, hacían copias de las Escrituras (Antiguo Testamento) para conservarlas además de, escribir mucha información sobre sus costumbres. Se llamaron los esenios así que, su biblioteca es lo que hoy se conoce como: “Los rollos del Mar Muerto”.

¿En qué radica su importancia?

Recordemos que, antes de los rollo del mar muerto, el manuscrito más antiguo que teníamos del Antiguo Testamento databa del año 900 a 950 d.C que nos llegó de la familia masoreta Ben Aser pero, hoy sabemos que los rollos del mar Muerto fueron escritos ente el año 250 a.C. y el 68 d.C. así que, gracias a ellos tenemos manuscritos 1000 años antes más antiguos para comparar el contenido en este caso del Antiguo Testamento y, el resultado es simplemente extraordinario ya que son copias casi idénticas lo que, nuevamente nos hace ver la forma sobrenatural en que la Biblia fue preservada por Dios para que llegaran hasta nuestros días copias fieles de su Palabra Escrita.

Como dato histórico adicional solo anotamos que, al momento, en los Rollos del Mar Muerto se han encontrado copias de todos los libros del Antiguo Testamento menos del libro de Ester.

Y, para no generar confusión aclaremos que, aunque la Septuaginta se sabe se escribió en el año 250 a.C las copias que tenemos no tenían la garantía de que se supiera que fueron las copias que salieron directamente de la mano de los copistas, de ahí, nuevamente resalto la importancia de los Rollos del Mar Muerto.

TEMA 6.
DESARROLLO DE LA BIBLIA I

 

LOS AUTÓGRAFOS

Hasta el momento, tenemos la plena certeza de que, los cristianos, tenemos en las manos copias fieles de las Escrituras Sagradas, pero ¿por qué insistimos en la frase “copias fieles”? porque los manuscritos originales de la Biblia no existen en ningún lado. O sea, no podemos ir a una museo a que nos permitan vez el pergamino que Moisés escribió con su puño y letra cuando recibió la inspiración del Espíritu Santo para escribir el libro de Génesis. Esos manuscritos originales, todos perdidos, no existen pero, el proceso de transmisión como hemos vista ha sido tan fiel que, tenemos la seguridad de tener copias fieles de lo que estaba contenido en los autógrafos.

 

LAS BIBLIA MODERNAS

Ahora, vamos a hacer un recuento de como llegaron las Biblias a nuestros idiomas modernos y nos centraremos en este estudio en la Biblia en idioma inglés para destinar el próximo vídeo para hablar de la Biblia en idioma español pero antes, vamos a dejar claro, cuales son las Biblias más antiguas completas que tenemos disponibles.

Del Nuevo Testamento lo más antiguo que tenemos es el manuscrito Rylands datado entre el año 115 al 125 d.C.y que solo contiene fragmentos de Juan (Juan 18.31-33; 37-38) considerándose el Códice Sinaítico la primera Biblia completa que se tiene datada entre el año 300 a 400 d.C.

Lo primero que sabemos de la Biblia en inglés nos llega de la mano de un hombre Caedmon que, con ciertas inspiraciones poéticas, escribió en inglés en forma de verso algunas de las principales historias de la Biblia. Con certeza se sabe que, al año 735 d.C. ya existían en circulación los cuatro evangelios en inglés.

La Biblia Wycliffe es considerada la primera Biblia completa traducida al inglés realizada por Juan Wycliffe teólogo en Oxford, Inglaterra que se basó por completo en la Vulgata Latina y que terminó su traducción poco antes de morir en medio del rechazo de las autoridades romanas por su labor al grado que, en 1428 unos cuarenta años después de su muerte sus huesos fueron desenterrados, quedamos y vertidos en un río para mostrar desprecio a su labor.

En 1456 Gutenberg inventor de la imprenta publica copias impresas de la Vulgata Latina que rápidamente se vuelven de conocimiento popular usando este mismo invento William Tyndale logra con mucho esfuerzo en 1526 producir la primera copia impresa del Nuevo Testamento en idioma inglés traducida del griego. Esta versión sufrió una oposición feroz al grado de casi acabar con todas las impresiones existentes. Luego de esto, Tyndale se decidió a traducir al inglés el Nuevo Testamento lo que no logró del todo ya que muere ahorcado y en la hoguera para el “horrendo crimen” de querer producir una Biblia en el idioma común de la gente de su entorno.

Por la directa intervención del rey de Inglaterra se produce la Biblia de Coverdale en 1535 Biblia basada casi completamente en el trabajo de Tyndale que, logró la trascendencia que siempre deseó.

Después de un tiempo de tolerancia, el gobierno británico persiguió las publicaciones de la Biblia en inglés lo que provocó que Coverdale huyera a Suiza donde trabajando con otros cristianos después de más de dos años y medio produjeran la llamada Biblia de Ginebra que fue la primera Biblia completa en inglés que tenía división de versículos.

Después de esto aparece en escena el rey Santiago de Inglaterra que, en 1604 solicita una nueva traducción de Biblia trabajo que se llevo a cabo durante cuatro años por 47 eruditos que, se basaron en otras Biblias en inglés ya existentes entre ellas la Biblia de Ginebra con lo que se llegó a la producción de la Biblia conocida hoy como Biblia del rey Santiago o Biblia King James la cual es la Biblia más usada en el mundo de habla inglesa.

Un dato interesante para notar es que la Biblia King James sufrió varias revisiones, a saber, en los años, 1613, 1629, 1638 y 1679 la que se considera su versión final de la que se han las modernas revisiones que existen en este tiempo.

TEMA 7.
DESARROLLO DE LA BIBLIA II

 

UNA HISTORIA EN ESPAÑOL

En este tema vamos a hacer juntos el recorrido que terminó con la traducción de la Biblia al idioma español.

Este recorrido inicia con la Vulgata Latina, esta traducción de la Biblia al latín realizada por quién es conocido como San Jerónimo entre los años 382 al 405 d.C. Esta traducción de Biblia fue usada por Alfonso el Sabio quién la tradujo directamente al español en el año 1280. Hasta la fecha, esta Biblia es conocida como Biblia Alfonsina.

Es hasta 1478 que en la región de Valencia, Bonifacio Ferrer traduce nuevamente la Biblia al dialecto valenciano traducción que es particularmente perseguida por la Santa Inquisición Católica que, rechazó que la Biblia se tradujera al lenguaje común de las personas.

Aparece entonces en escena Casiodoro de Reina, monje católico que, abraza los postulados de la reforma y que desde Basilea, Suiza publicó una traducción al español en 1569 basándose en manuscritos en hebreo y en griego. Cipriano de Valera dedicó años a la revisión de la traducción de Casiodoro de Reina comparándola con otros manuscritos de que se disponía publicando en 1602 la versión en español conocida como Biblia Reina Valera que, con sus sucesivas revisiones es, sin lugar a dudas, la Biblia más usada por el mundo hispanohablante.

Es de notar que, por mucho tiempo, la Biblia Reina Valera fue conocida como la “Biblia del oso” debido a una ilustración de un oso comiendo un pañal de miel que se ponía en la primer página de esta.

La posición misionera que, se manifestó durante todo el siglo XIX esparció la Palabra de Dios por todo el mundo. Con el paso del tiempo, la conformación de las llamadas “Sociedades Bíblicas” terminaron por contribuir a la propagación moderna de la Palabra de Dios hasta llegar a los siguientes números:

 

LA BIBLIA EN NÚMEROS

Para el siglo XXI se registra una impresión de 80 millones de ejemplares al año.

La sociedad bíblica británica registra que, en los últimos 1500 años se han publicado de 5,000 a 7,000 millones de copias de la Biblia.

Que toda esta información, nos demuestre que, la Biblia tiene un contenido sobrenatural donde nos comparte información que, nadie podría saber en su tiempo.

Aún cuando no tenemos los autógrafos a nuestro alcance, confiemos en la fidelidad de las copias de la Biblia que usamos día a día en el desarrollo de nuestra vida cristiana y, no pongamos ningún comentario u opinión al nivel de importancia que debe tener la Escritura Santa para ser la fuente de dirección para nuestra vida.

TEMA 8.
EL MUSEO DE LA BIBLIA

 

UNA PRESERVACIÓN MERECIDA

La moderna preservación de la Biblia está garantizada con lo que la profecía de la Biblia de que la Palabra del Dios nuestro permanecería para siempre en Isaías se ha cumplido demostrando la sobrenaturalidad del libro que guía la vida de todos los creyentes.

Actualmente, existe el llamado Museo de la Biblia que, fue impulsado a partir del año 2000 y que se encuentra en la capital de los Estados Unidos de América, Washintong D.C y que, actualmente alberga más de 1600 biblias escritas en diversos idiomas y dialectos y que, no solamente existe para preservar la Palabra de Dios sino también para poder mostrar el impacto de la Biblia en el desarrollo de la sociedad humana.

Te recomiendo que, busques en mi canal de YouTube el video que hice recorriendo este museo y disfruta todo lo que hay en este para ofrecerte una maravillosa fuente de descubrimiento de todo lo que la Biblia tiene para enseñarnos.

Finalizaría señalando que, siempre será sobrecogedor imaginar todas las historias que fueron posibles para poder llegar a ver los manuscritos a los que hoy tenemos acceso además de que, es importante que, demos a la Biblia la centralidad de todas las creencias y convicciones que, podamos llegar a tener. Recordemos, es la divina Palabra de Dios inerrante en sus manuscritos originales con errores de traducción y transmisión sí, pero, que no alteran el significado de su enseñanza doctrinal.

Gracias a Dios, por su Palabra Escrita que por siempre será lámpara a nuestros pies (Salmos 119.105).

 




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